Asà fue terminada toda la obra que Salomón hizo para la casa del Señor. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, es decir, la plata, el oro y todos los utensilios, y los puso en los tesoros de la casa de Dios.
Los sacerdotes trajeron el arca del pacto del Señor a su lugar, al santuario interior de la casa, al lugar santÃsimo, bajo las alas de los querubines.
Porque los querubines extendÃan las alas sobre el lugar del arca, y los querubines cubrÃan el arca y sus barras por encima.
Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras del arca se podÃan ver delante del santuario interior, mas no se podÃan ver desde afuera; y allà están hasta hoy.
Y sucedió que cuando los sacerdotes salieron del lugar santo (porque todos los sacerdotes que estaban presentes se habÃan santificado sin tener en cuenta las clases),
todos los levitas cantores, Asaf, Hemán, Jedutún y sus hijos y sus parientes, vestidos de lino fino, con cÃmbalos, arpas y liras, estaban de pie al oriente del altar, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas.
Cuando los trompeteros y los cantores, al unÃsono, se hacÃan oÃr a una voz alabando y glorificando al Señor, cuando levantaban sus voces acompañados por trompetas y cÃmbalos e instrumentos de música, cuando alababan al Señordiciendo: Ciertamente El es bueno porque su misericordia es para siempre, entonces la casa, la casa del Señor, se llenó de una nube,
y los sacerdotes no pudieron quedarse a ministrar a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba la casa de Dios.