Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Entonces vinieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Viene contra ti una gran multitud de más allá del mar, de Aram y, he aquÃ, están en Hazezon-tamar, es decir, En-gadi.
Y Josafat tuvo miedo y se dispuso a buscar al Señor, y proclamó ayuno en todo Judá.
Y se reunió Judá para buscar ayuda del Señor; aun de todas las ciudades de Judá vinieron para buscar al Señor.
y dijo: Oh Señor, Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos? ¿Y no gobiernas tú sobre todos los reinos de las naciones? En tu mano hay poder y fortaleza y no hay quien pueda resistirte.
¿No fuiste tú, oh Dios nuestro, el que echaste a los habitantes de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste para siempre a la descendencia de tu amigo Abraham?
Y han habitado en ella, y allà te han edificado un santuario a tu nombre, diciendo:
"Si viene mal sobre nosotros, espada, juicio, pestilencia o hambre, nos presentaremos delante de esta casa y delante de ti (porque tu nombre está en esta casa), y clamaremos a ti en nuestra angustia, y tú oirás y nos salvarás."
Y ahora, he aquÃ, los hijos de Amón y de Moab y del monte Seir, a quienes no permitiste que Israel invadiera cuando salió de la tierra de Egipto (por lo cual se apartaron de ellos y no los destruyeron),
mira cómo nos pagan, viniendo a echarnos de tu posesión, la que nos diste en heredad.
Y todo Judá estaba de pie delante del Señor, con sus niños, sus mujeres y sus hijos.
Entonces el EspÃritu del Señor vino en medio de la asamblea sobre Jahaziel, hijo de ZacarÃas, hijo de BenaÃa, hijo de Jeiel, hijo de MatanÃas, levita de los hijos de Asaf,
Y cuando comenzaron a entonar cánticos y alabanzas, el Señor puso emboscadas contra los hijos de Amón, de Moab y del monte Seir, que habÃan venido contra Judá, y fueron derrotados.
Cuando Judá llegó a la atalaya del desierto, miraron hacia la multitud, y he aquÃ, sólo habÃa cadáveres tendidos por tierra, ninguno habÃa escapado.
Al llegar Josafat y su pueblo para recoger el botÃn, hallaron mucho entre ellos, incluyendo mercaderÃas, vestidos y objetos preciosos que tomaron para sÃ, más de lo que podÃan llevar. Y estuvieron tres dÃas recogiendo el botÃn, pues habÃa mucho.
Al cuarto dÃa se reunieron en el valle de Beraca; porque allà bendijeron al Señor. Por tanto llamaron aquel lugar el Valle de Beraca hasta hoy.
Sin embargo, los lugares altos no fueron quitados, pues el pueblo no habÃa vuelto aún su corazón al Dios de sus padres.
Los demás hechos de Josafat, los primeros y los postreros, he aquÃ, están escritos en los anales de Jehú, hijo de HananÃ, que están mencionados en el libro de los reyes de Israel.
Entonces Eliezer, hijo de Dodava de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto te has aliado con OcozÃas, el Señor ha destruido tus obras. Y las naves fueron destruidas y no pudieron ir a Tarsis.