Entonces el rey David se puso en pie y dijo: Escuchadme, hermanos mÃos y pueblo mÃo; habÃa pensado edificar una casa permanente para el arca del pacto del Señor y para estrado de nuestro Dios. Asà habÃa hecho arreglos para edificarla.
Pero Dios me dijo: "No edificarás casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre."
Sin embargo, el Señor, Dios de Israel, me escogió de toda la casa de mi padre para ser rey de Israel para siempre. Porque El escogió a Judá para ser jefe; y de la casa de Judá, la casa de mi padre; y entre los hijos de mi padre, El se agradó de mà para hacerme rey sobre todo Israel.
Y de todos mis hijos (porque el Señor me ha dado muchos hijos), El ha escogido a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino del Señor sobre Israel.
En cuanto a ti, Salomón, hijo mÃo, reconoce al Dios de tu padre, y sÃrvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque el Señor escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si le buscas, El te dejará encontrarle; pero si le abandonas, El te rechazará para siempre.
Entonces David dio a su hijo Salomón el plano del pórtico del templo, de sus edificios, almacenes, aposentos altos, cámaras interiores y del lugar del propiciatorio;
y el plano de todo lo que tenÃa en mente para los atrios de la casa del Señor y para todas las cámaras alrededor, para los almacenes de la casa de Dios y para los almacenes de las cosas consagradas;
para los utensilios de oro, el peso del oro para todos los utensilios para toda clase de servicio; para los utensilios de plata, el peso de la plata para todos los utensilios para toda clase de servicio;
y el peso del oro para los candelabros de oro y sus lámparas de oro, con el peso de cada candelabro y sus lámparas; y el peso de la plata para los candelabros de plata, con el peso de cada candelabro y sus lámparas conforme al uso de cada candelabro;
y para cada mesa, el oro por peso para las mesas de los panes de la proposición; y la plata para las mesas de plata;
y los garfios, los tazones, y los jarros de oro puro; y para las tazas de oro con el peso de cada taza; y para las tazas de plata con el peso de cada taza;
y oro acrisolado por peso para el altar del incienso; y oro para el diseño del carro, es decir, de los querubines, que extendÃan sus alas y cubrÃan el arca del pacto del Señor.