Te ruego, oh Señor, que te acuerdes ahora de cómo yo he andado delante de ti en verdad y con corazón Ãntegro, y he hecho lo bueno ante tus ojos. Y EzequÃas lloró amargamente.
Respondió IsaÃas: Esta será la señal del Señor para ti, de que el Señor hará lo que ha dicho: ¿avanzará la sombra diez grados o retrocederá diez grados?
Y EzequÃas respondió: Es fácil que la sombra decline diez grados; pero no que la sombra vuelva atrás diez grados.
El profeta IsaÃas clamó al Señor, y El hizo volver atrás la sombra diez grados en las gradas las que habÃa declinado, en las gradas de Acaz.
En aquel tiempo Berodac-baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a EzequÃas, porque oyó que EzequÃas habÃa estado enfermo.
Y EzequÃas los escuchó y les mostró toda su casa del tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que EzequÃas no les mostrara.
Entonces IsaÃas dijo a EzequÃas: Oye la palabra del Señor:
"He aquÃ, vienen dÃas cuando todo lo que hay en tu casa y todo lo que tus padres han atesorado hasta el dÃa de hoy, será llevado a Babilonia; nada quedará"--dice el Señor.
"Y algunos de tus hijos que saldrán de ti, los que engendrarás, serán llevados, y serán oficiales en el palacio del rey de Babilonia."
Entonces EzequÃas dijo a IsaÃas: La palabra del Señor que has hablado es buena. Pues pensaba: ¿No es asÃ, si hay paz y seguridad en mis dÃas?
Los demás hechos de EzequÃas y todo su poderÃo, y cómo hizo el estanque y el acueducto, y trajo agua a la ciudad, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá?