Y el altar se rompió y las cenizas se derramaron del altar, conforme a la señal que el hombre de Dios habÃa dado por palabra del Señor.
El rey respondió, y dijo al hombre de Dios: Te ruego que supliques al Señor tu Dios, y ores por mÃ, para que mi mano me sea restaurada. El hombre de Dios suplicó al Señor y la mano del rey le fue restaurada, y quedó como antes.
sino que has vuelto y has comido pan y bebido agua en el lugar del cual El te dijo: 'No comerás pan ni beberás agua', tu cadáver no entrará en el sepulcro de tus padres."
Y he aquÃ, pasaron unos hombres y vieron el cadáver tirado en el camino y el león que estaba junto al cadáver; y fueron y lo dijeron en la ciudad donde vivÃa el anciano profeta.
Y cuando el profeta que le habÃa hecho volver del camino lo oyó, dijo: Es el hombre de Dios, que desobedeció el mandato del Señor; por tanto el Señor lo ha entregado al león que lo ha desgarrado y matado, conforme a la palabra que el Señor le habÃa hablado.
Entonces habló a sus hijos, diciendo: Aparejadme el asno. Y se lo aparejaron.
Fue y halló el cadáver tirado en el camino, y el asno y el león estaban junto al cadáver; el león no habÃa comido el cadáver ni desgarrado el asno.