Entonces Abner se enojó mucho por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Acaso soy yo cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy he mostrado bondad hacia la casa de tu padre Saúl, hacia sus hermanos y hacia sus amigos, y no te he entregado en manos de David; sin embargo, tú me acusas hoy de una ofensa con esta mujer.
Conoces a Abner, hijo de Ner, que vino a engañarte y saber de tus salidas y de tus entradas, y a enterarse de todo lo que haces.
Y saliendo Joab de donde estaba David, envió mensajeros tras Abner, y lo hicieron volver desde el pozo de Sira; pero David no lo sabÃa.
Cuando Abner regresó a Hebrón, Joab lo llevó aparte en medio de la puerta para hablarle en privado, y allÃ, por causa de la sangre de Asael su hermano, lo hirió en el vientre y murió.
Caiga su sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre, y nunca falte en la casa de Joab quien padezca flujo, ni quien sea leproso, ni quien se sostenga con báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan.
Entonces todo el pueblo se llegó a David para persuadirlo a que comiera pan mientras aún era de dÃa; pero David juró, diciendo: Asà me haga Dios y aun más, si pruebo pan o cosa alguna antes de ponerse el sol.
Y todo el pueblo reparó en ello, y les agradó, pues todo lo que el rey hacÃa agradaba a todo el pueblo.
Asà todo el pueblo y todo Israel comprendió aquel dÃa que no habÃa sido el deseo del rey de que se diera muerte a Abner, hijo de Ner.