Mi honradez responderá por mà el dÃa de mañana, cuando vengas a ver acerca de mi salario. Todo lo que no sea moteado y manchado entre las cabras, y negro entre los corderos, si es hallado conmigo, se considerará robado.
Y Labán dijo: Muy bien, sea conforme a tu palabra.
Aquel mismo dÃa apartó Labán los machos cabrÃos rayados o manchados y todas las cabras moteadas o manchadas, y todo lo que tenÃa algo de blanco, y de entre los corderos todos los negros, y lo puso todo al cuidado de sus hijos.
Y puso una distancia de tres dÃas de camino entre sà y Jacob; y Jacob apacentaba el resto de los rebaños de Labán.
Entonces Jacob tomó varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y les sacó tiras blancas de la corteza, descubriendo asà lo blanco de las varas.
Y colocó las varas que habÃa descortezado delante de los rebaños, en los canales, en los abrevaderos, donde los rebaños venÃan a beber; y se apareaban cuando venÃan a beber.
Asà se apareaban los rebaños junto a las varas; y los rebaños tenÃan crÃas rayadas, moteadas y manchadas.
Y Jacob apartó los corderos, y puso los rebaños en dirección a lo rayado y a todo lo negro en el rebaño de Labán, y puso su propio hato aparte; no lo puso con el rebaño de Labán.
Además, sucedÃa que cada vez que los más robustos del rebaño se apareaban, Jacob ponÃa las varas a la vista del rebaño en los canales, para que se aparearan frente a las varas;