Ahora bien, algunos hombres de Zif fueron a Guibeá para decirle a Saúl: «David está escondido en la colina de Haquila, que tiene vista a Jesimón».
Entonces Saúl escogió a tres mil de los soldados selectos de Israel y salió con ellos a perseguir a David en el desierto de Zif.
Saúl acampó junto al camino que está al lado de la colina de Haquila, cerca de Jesimón, donde David se escondÃa. Cuando David se enteró de que Saúl habÃa venido al desierto a perseguirlo,
envió espÃas para verificar la noticia de su llegada.
¡Eso no está nada bien! Juro por el Señor que tú y tus hombres merecen morir, ¡porque no protegiste a tu amo, el ungido del Señor! ¡Mira a tu alrededor! ¿Dónde están la lanza del rey y la jarra de agua que estaban junto a su cabeza?
Saúl reconoció la voz de David y gritó:—¿Eres tú, David, hijo mÃo?Y David contestó:—SÃ, mi señor el rey.
Y Saúl le dijo a David:—Bendiciones sobre tu vida, David, hijo mÃo. Harás muchas acciones heroicas y seguramente te irá bien en todo lo que hagas.Luego David se fue, y Saúl regresó a su casa.