Vi a otro ángel que subÃa del oriente llevando el sello del Dios viviente. Gritó a los cuatro ángeles que habÃan recibido poder para dañar la tierra y el mar:
«¡Esperen! No hagan daño a la tierra ni al mar ni a los árboles hasta que hayamos puesto el sello de Dios en la frente de sus siervos».
Y oà el número de los que fueron marcados con el sello de Dios. Fueron sellados 144.000 de todas las tribus de Israel:
Y gritaban con gran estruendo: «¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono    y del Cordero!».
Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios,
»Por eso están delante del trono de Dios    y le sirven dÃa y noche en su templo. Y aquel que está sentado en el trono    les dará refugio.
Nunca más tendrán hambre ni sed;    nunca más les quemará el calor del sol.
Pues el Cordero que está en el trono    será su Pastor. Él los guiará a manantiales del agua que da vida.    Y Dios les secará cada lágrima de sus ojos».