Luego vi en el cielo otro maravilloso suceso de gran importancia. Siete ángeles sostenÃan las últimas siete plagas, que completarÃan la ira de Dios.
Vi delante de mà algo que parecÃa un mar de cristal mezclado con fuego. Sobre este mar estaban de pie todos los que habÃan vencido a la bestia, a su estatua y al número que representa su nombre. Todos tenÃan arpas que Dios les habÃa dado
Los siete ángeles que sostenÃan las siete plagas salieron del templo. Estaban vestidos de un lino blanco sin mancha alguna y tenÃan una banda de oro que cruzaba el pecho.
Entonces uno de los cuatro seres vivientes le entregó a cada uno de los siete ángeles una copa de oro llena de la ira de Dios, quien vive por siempre y para siempre.
El templo se llenó del humo de la gloria y el poder de Dios. Nadie podÃa entrar en el templo hasta que los siete ángeles terminaran de derramar las siete plagas.