TodavÃa sigue vigente la promesa que hizo Dios de entrar en su descanso; por lo tanto, debemos temblar de miedo ante la idea de que alguno de ustedes no llegue a alcanzarlo.
Pues esta buena noticia —del descanso que Dios ha preparado— se nos ha anunciado tanto a ellos como a nosotros, pero a ellos no les sirvió de nada porque no tuvieron la fe de los que escucharon a Dios.
Pero en el otro pasaje Dios dijo: «Nunca entrarán en mi lugar de descanso».
Asà que el descanso de Dios está disponible para que la gente entre, pero los primeros en oÃr esta buena noticia no entraron, porque desobedecieron a Dios.
Entonces Dios fijó otro tiempo para entrar en su descanso, y ese tiempo es hoy. Lo anunció mucho más tarde por medio de David en las palabras que ya se han citado: «Cuando oigan hoy su voz    no endurezcan el corazón».