»Celebra la Pascua en honor al Señor tu Dios cada año, a comienzos de la primavera, en el mes de abib, porque ese fue el mes en que el Señor tu Dios te sacó de la tierra de Egipto durante la noche.
Cómelo junto con pan preparado sin levadura. Durante siete dÃas prepararás sin levadura el pan que comas, tal como cuando saliste de Egipto con tanto apuro. Come ese pan —el pan del sufrimiento— para que recuerdes toda tu vida el dÃa que saliste de Egipto.
Todos darán según sus posibilidades, de acuerdo con las bendiciones que hayan recibido del Señor tu Dios.
»Nombra jueces y funcionarios de cada una de las tribus en todas las ciudades que el Señor te da. Ellos tendrán que juzgar al pueblo con justicia.
Por ninguna razón tuerzas la justicia ni muestres parcialidad. Jamás aceptes un soborno, porque el soborno nubla los ojos del sabio y corrompe las decisiones de los Ãntegros.
Que siempre triunfe la justicia verdadera, para que puedas vivir y poseer la tierra que el Señor tu Dios te da.
»Jamás pondrás un poste de madera dedicado a la diosa Asera al lado del altar que edifiques para el Señor tu Dios.
Y nunca edifiques columnas sagradas para rendir culto, porque el Señor tu Dios las odia.