Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
»Cuando expulses a las naciones que viven allÃ, deberás destruir todos los lugares donde rinden culto a sus dioses —sobre las cimas de las montañas y de los cerros, y debajo de todo árbol frondoso—;
destruye sus altares y destroza sus columnas sagradas. ¡Quema los postes dedicados a la diosa Asera y derriba los Ãdolos tallados! ¡Borra por completo el nombre de sus dioses!
»No adores al Señor tu Dios de la manera en que esos pueblos paganos rinden culto a sus dioses.
Allà llevarás tus ofrendas quemadas, tus sacrificios, tus diezmos, tus ofrendas sagradas, las ofrendas para cumplir tus juramentos, tus ofrendas voluntarias y las ofrendas de las primeras crÃas de tus manadas y rebaños.
AllÃ, en la presencia del Señor tu Dios, comerás hasta quedar satisfecho junto con tus familias, y te alegrarás por todo lo que hayas logrado gracias a la bendición del Señor tu Dios.
»Tu modelo de adoración tendrá que cambiar. Ahora cada uno hace lo que quiere
porque aún no has llegado al lugar de descanso, a la tierra que el Señor tu Dios te da como preciada posesión.
deberás llevar todo lo que yo te ordeno —tus ofrendas quemadas, sacrificios, diezmos, ofrendas sagradas y ofrendas para cumplir tus juramentos— al lugar de adoración designado, el lugar que el Señor tu Dios elija para que su nombre sea honrado.
Asegúrate de no sacrificar tus ofrendas quemadas donde se te ocurra.
Sólo podrás hacerlo en el lugar que el Señor elija en el territorio de una de las tribus. Allà presentarás tus ofrendas quemadas y harás todo lo que yo te ordeno.
Y ten mucho cuidado de no desamparar a los levitas mientras vivas en tu tierra.
»Cuando el Señor tu Dios expanda tu territorio, tal como lo prometió, y tengas ganas de comer carne, podrás comer carne con libertad cada vez que lo desees.
Debes presentar la carne y la sangre de tus ofrendas quemadas sobre el altar del Señor tu Dios. Debes derramar la sangre de los otros sacrificios sobre el altar del Señor tu Dios, pero puedes comer la carne.
Asegúrate de obedecer todos mis mandatos, para que te vaya bien a ti y a todos tus descendientes, porque asà estarás haciendo lo que es bueno y agradable ante el Señor tu Dios.
»Cuando el Señor tu Dios vaya delante de ti y destruya a las naciones, y tú las expulses y te apoderes de su tierra,
Tú no adorarás al Señor tu Dios de la manera que las otras naciones rinden culto a sus dioses, llevando a cabo en honor de ellos toda clase de actos detestables que el Señor odia. Hasta sacrifican a sus hijos y a sus hijas en el fuego como ofrenda a sus dioses.
»Por lo tanto, asegúrate de obedecer todos los mandatos que te doy. No les agregues ni les quites nada.