Ahora, amados hermanos, con respecto a la pregunta acerca de las capacidades especiales que el EspÃritu nos da, no quiero que lo malentiendan.
Ustedes saben que, cuando todavÃa eran paganos, fueron llevados por mal camino y arrastrados a rendir culto a Ãdolos mudos.
Por lo tanto, quiero que sepan que nadie que habla por el EspÃritu de Dios maldice a Jesús, y nadie puede decir que Jesús es el Señor excepto por el EspÃritu Santo.
Hay distintas clases de dones espirituales, pero el mismo EspÃritu es la fuente de todos ellos.
Hay distintas formas de servir, pero todos servimos al mismo Señor.
Dios trabaja de maneras diferentes, pero es el mismo Dios quien hace la obra en todos nosotros.
A cada uno de nosotros se nos da un don espiritual para que nos ayudemos mutuamente.
A uno el EspÃritu le da la capacidad de dar consejos sabios; a otro el mismo EspÃritu le da un mensaje de conocimiento especial.
A otro el mismo EspÃritu le da gran fe y a alguien más ese único EspÃritu le da el don de sanidad.
A uno le da el poder para hacer milagros y a otro, la capacidad de profetizar. A alguien más le da la capacidad de discernir si un mensaje es del EspÃritu de Dios o de otro espÃritu. TodavÃa a otro se le da la capacidad de hablar en idiomas desconocidos, mientras que a otro se le da la capacidad de interpretar lo que se está diciendo.
El cuerpo humano tiene muchas partes, pero las muchas partes forman un cuerpo entero. Lo mismo sucede con el cuerpo de Cristo.
Entre nosotros hay algunos que son judÃos y otros que son gentiles; algunos son esclavos, y otros son libres. Pero todos fuimos bautizados en un solo cuerpo por un mismo EspÃritu, y todos compartimos el mismo EspÃritu.
Asà es, el cuerpo consta de muchas partes diferentes, no de una sola parte.
Si el pie dijera: «No formo parte del cuerpo porque no soy mano», no por eso dejarÃa de ser parte del cuerpo.
Y si la oreja dijera: «No formo parte del cuerpo porque no soy ojo», ¿dejarÃa por eso de ser parte del cuerpo?
Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿cómo podrÃamos oÃr? O si todo el cuerpo fuera oreja, ¿cómo podrÃamos oler?
Y las partes que consideramos menos honorables son las que vestimos con más esmero. Asà que protegemos con mucho cuidado esas partes que no deberÃan verse,
Esto hace que haya armonÃa entre los miembros a fin de que los miembros se preocupen los unos por los otros.
Si una parte sufre, las demás partes sufren con ella y, si a una parte se le da honra, todas las partes se alegran.
Todos ustedes en conjunto son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es parte de ese cuerpo.
A continuación hay algunas de las partes que Dios ha designado para la iglesia:en primer lugar, los apóstoles;en segundo lugar, los profetas;en tercer lugar, los maestros;luego los que hacen milagros,los que tienen el don de sanidad,los que pueden ayudar a otros,los que tienen el don de liderazgo,los que hablan en idiomas desconocidos.
¿Acaso somos todos apóstoles? ¿Somos todos profetas? ¿Somos todos maestros? ¿Tenemos todos el poder de hacer milagros?
¿Tenemos todos el don de sanidad? ¿Tenemos todos la capacidad de hablar en idiomas desconocidos? ¿Tenemos todos la capacidad de interpretar idiomas desconocidos? ¡Por supuesto que no!