En realidad, dice: «El mensaje está muy cerca de ti,    está en tus labios y en tu corazón».Y ese mensaje es el mismo mensaje que nosotros predicamos acerca de la fe:
Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo.
Pues es por creer en tu corazón que eres declarado justo a los ojos de Dios y es por confesarlo con tu boca que eres salvo.
Asà que la fe viene por oÃr, es decir, por oÃr la Buena Noticia acerca de Cristo.
Pero pregunto: ¿de verdad el pueblo de Israel oyó el mensaje? Claro que sÃ. «El mensaje se ha difundido por toda la tierra,    y sus palabras, por todo el mundo».