Paul, an apostle of Jesus Christ by the will of God, and Timothy our brother, unto the church of God which is at Corinth, with all the saints which are in all Achaia:
Cuando oyeron el fuerte ruido, todos llegaron corriendo y quedaron desconcertados al escuchar sus propios idiomas hablados por los creyentes.
Estaban totalmente asombrados. «¿Cómo puede ser? —exclamaban—. Todas estas personas son de Galilea,
¡y aun asà las oÃmos hablar en nuestra lengua materna!
Aquà estamos nosotros: partos, medos, elamitas, gente de Mesopotamia, Judea, Capadocia, Ponto, de la provincia de Asia,
de Frigia, Panfilia, Egipto y de las áreas de Libia alrededor de Cirene, visitantes de Roma
(tanto judÃos como convertidos al judaÃsmo), cretenses y árabes. ¡Y todos oÃmos a esta gente hablar en nuestro propio idioma acerca de las cosas maravillosas que Dios ha hecho!».
pero Dios sabÃa lo que iba a suceder y su plan predeterminado se llevó a cabo cuando Jesús fue traicionado. Con la ayuda de gentiles sin ley, ustedes lo clavaron en la cruz y lo mataron;
pero Dios lo liberó de los terrores de la muerte y lo volvió a la vida, pues la muerte no pudo retenerlo bajo su dominio.
David estaba mirando hacia el futuro y hablaba de la resurrección del MesÃas. Él decÃa que Dios no lo dejarÃa entre los muertos ni permitirÃa que su cuerpo se pudriera en la tumba.
»Dios levantó a Jesús de los muertos y de esto todos nosotros somos testigos.
hasta que humille a tus enemigos    y los ponga por debajo de tus pies’â€.
»Por lo tanto, que todos en Israel sepan sin lugar a dudas, que a este Jesús, a quien ustedes crucificaron, ¡Dios lo ha hecho tanto Señor como MesÃas!».
Pedro contestó:—Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del EspÃritu Santo.
Esta promesa es para ustedes, para sus hijos e incluso para los gentiles, es decir, para todos los que han sido llamados por el Señor nuestro Dios.
Entonces Pedro siguió predicando por largo rato, y les rogaba con insistencia a todos sus oyentes: «¡Sálvense de esta generación perversa!».
Los que creyeron lo que Pedro dijo fueron bautizados y sumados a la iglesia en ese mismo dÃa, como tres mil en total.
Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre ellas la Cena del Señor), y a la oración.
Un profundo temor reverente vino sobre todos ellos, y los apóstoles realizaban muchas señales milagrosas y maravillas.
Todos los creyentes se reunÃan en un mismo lugar y compartÃan todo lo que tenÃan.
VendÃan sus propiedades y posesiones y compartÃan el dinero con aquellos en necesidad.
Adoraban juntos en el templo cada dÃa, se reunÃan en casas para la Cena del Señor y compartÃan sus comidas con gran gozo y generosidad,
todo el tiempo alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de toda la gente. Y cada dÃa el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos.