Entonces MarÃa tomó un frasco con casi medio litro de un costoso perfume preparado con esencia de nardo, le ungió los pies a Jesús y los secó con sus propios cabellos. La casa se llenó de la fragancia del perfume.
Sin embargo, Judas Iscariote, el discÃpulo que pronto lo traicionarÃa, dijo:
«Ese perfume valÃa el salario de un año. Hubiera sido mejor venderlo para dar el dinero a los pobres».
tomaron ramas de palmera y salieron al camino para recibirlo. Gritaban: «¡Alabado sea Dios! ¡Bendiciones al que viene en el nombre del Señor! ¡Viva el Rey de Israel!».
Muchos de la multitud habÃan estado presentes cuando Jesús llamó a Lázaro de la tumba y lo resucitó de los muertos, y se lo habÃan contado a otros.
Por eso tantos salieron a recibir a Jesús, porque habÃan oÃdo de esa señal milagrosa.
Jesús respondió: «Ya ha llegado el momento para que el Hijo del Hombre entre en su gloria.
Les digo la verdad, el grano de trigo, a menos que sea sembrado en la tierra y muera, queda solo. Sin embargo, su muerte producirá muchos granos nuevos, una abundante cosecha de nuevas vidas.
Los que aman su vida en este mundo la perderán. Los que no le dan importancia a su vida en este mundo la conservarán por toda la eternidad.
Todo el que quiera ser mi discÃpulo debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.
»Ahora mi alma está muy entristecida. ¿Acaso deberÃa orar: “Padre, sálvame de esta horaâ€? ¡Pero esa es precisamente la razón por la que vine!
Jesús contestó:—Mi luz brillará para ustedes solo un poco más de tiempo. Caminen en la luz mientras puedan, para que la oscuridad no los tome por sorpresa, porque los que andan en la oscuridad no pueden ver adónde van.
«El Señor les ha cegado los ojos    y les ha endurecido el corazón, para que sus ojos no puedan ver    y sus corazones no puedan entender y ellos no puedan regresar a mà    para que yo los sane».
IsaÃas se referÃa a Jesús cuando dijo esas palabras, porque vio el futuro y habló de la gloria del MesÃas.
Pues, cuando me ven a mÃ, están viendo al que me envió.
Yo he venido como una luz para brillar en este mundo de oscuridad, a fin de que todos los que pongan su confianza en mà no queden más en la oscuridad.
No voy a juzgar a los que me oyen pero no me obedecen, porque he venido para salvar al mundo y no para juzgarlo.
Pero todos los que me rechazan a mà y rechazan mi mensaje serán juzgados el dÃa del juicio por la verdad que yo he hablado.