Paul, an apostle of Jesus Christ by the will of God, and Timothy our brother, unto the church of God which is at Corinth, with all the saints which are in all Achaia:
Notaron que algunos de sus discÃpulos no seguÃan el ritual judÃo de lavarse las manos antes de comer.
(Los judÃos, sobre todo los fariseos, no comen si antes no han derramado agua sobre el hueco de sus manos, como exigen sus tradiciones antiguas.
Tampoco comen nada del mercado sin antes sumergir sus manos en agua. Esa es solo una de las tantas tradiciones a las que se han aferrado, tal como el lavado ceremonial de vasos, jarras y vasijas de metal).
Jesús contestó:—¡Hipócritas! IsaÃas tenÃa razón cuando profetizó acerca de ustedes, porque escribió: “Este pueblo me honra con sus labios,    pero su corazón está lejos de mÃ.
Su adoración es una farsa    porque enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Diosâ€.
»Pues ustedes pasan por alto la ley de Dios y la reemplazan con su propia tradición.
Entonces dijo:—Ustedes esquivan hábilmente la ley de Dios para aferrarse a su propia tradición.
Sin embargo, ustedes dicen que está bien que uno le diga a sus padres: “Lo siento, no puedo ayudarlos porque he jurado darle a Dios lo que les hubiera dado a ustedesâ€.
De esta manera, ustedes permiten que la gente desatienda a sus padres necesitados.
Y entonces anulan la palabra de Dios para transmitir su propia tradición. Y este es solo un ejemplo entre muchos otros.
Luego Jesús llamó a la multitud para que se acercara y oyera. «Escuchen, todos ustedes, y traten de entender.
Lo que entra en el cuerpo no es lo que los contamina; ustedes se contaminan por lo que sale de su corazón».
y ella le suplicó que expulsara al demonio de su hija.Como la mujer era una gentil, nacida en la región de Fenicia que está en Siria,
Jesús le dijo:—Primero debo alimentar a los hijos, a mi propia familia, los judÃos. No está bien tomar la comida de los hijos y arrojársela a los perros.
—Es verdad, Señor —respondió ella—, pero hasta a los perros que están debajo de la mesa se les permite comer las sobras del plato de los hijos.
—¡Buena respuesta! —le dijo Jesús—. Ahora vete a tu casa, porque el demonio ha salido de tu hija.
Cuando ella llegó a su casa, encontró a su hijita tranquila recostada en la cama, y el demonio se habÃa ido.
Jesús salió de Tiro y subió hasta Sidón antes de regresar al mar de Galilea y a la región de las Diez Ciudades.
Le trajeron a un hombre sordo con un defecto del habla, y la gente le suplicó a Jesús que pusiera sus manos sobre el hombre para sanarlo.