Dios bendice a los que lloran,    porque serán consolados.
Dios bendice a los que son humildes,    porque heredarán toda la tierra.
Dios bendice a los que tienen hambre y sed de justicia,    porque serán saciados.
Dios bendice a los compasivos,    porque serán tratados con compasión.
Dios bendice a los que tienen corazón puro,    porque ellos verán a Dios.
Dios bendice a los que procuran la paz,    porque serán llamados hijos de Dios.
Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto, Â Â Â porque el reino del cielo les pertenece.
»Dios los bendice a ustedes cuando la gente les hace burla y los persigue y miente acerca de ustedes y dice toda clase de cosas malas en su contra porque son mis seguidores.
»Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse.
Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta. En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa.
De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.
Les digo la verdad, hasta que desaparezcan el cielo y la tierra, no desaparecerá ni el más mÃnimo detalle de la ley de Dios hasta que su propósito se cumpla.
Entonces, si no hacen caso al más insignificante mandamiento y les enseñan a los demás a hacer lo mismo, serán llamados los más insignificantes en el reino del cielo; pero el que obedece las leyes de Dios y las enseña será llamado grande en el reino del cielo.
»Les advierto: a menos que su justicia supere a la de los maestros de la ley religiosa y a la de los fariseos, nunca entrarán en el reino del cielo.
»Han oÃdo que a nuestros antepasados se les dijo: “No asesines. Si cometes asesinato quedarás sujeto a juicioâ€.
Pero yo digo: aun si te enojas con alguien, ¡quedarás sujeto a juicio! Si llamas a alguien idiota, corres peligro de que te lleven ante el tribunal; y si maldices a alguien, corres peligro de caer en los fuegos del infierno.
»Por lo tanto, si presentas una ofrenda en el altar del templo y de pronto recuerdas que alguien tiene algo contra ti,
deja la ofrenda allà en el altar. Anda y reconcÃliate con esa persona. Luego ven y presenta tu ofrenda a Dios.
»Cuando vayas camino al juicio con tu adversario, resuelvan rápidamente las diferencias. De no ser asÃ, el que te acusa podrÃa entregarte al juez, quien te entregará a un oficial y te meterán en la cárcel.
Si eso sucede, te aseguro que no te pondrán en libertad hasta que hayas pagado el último centavo.
»Han oÃdo el mandamiento que dice: “No cometas adulterioâ€.
Pero yo digo que el que mira con pasión sexual a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en el corazón.
Por lo tanto, si tu ojo —incluso tu ojo bueno— te hace caer en pasiones sexuales, sácatelo y tÃralo. Es preferible que pierdas una parte de tu cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
Y si tu mano —incluso tu mano más fuerte— te hace pecar, córtala y tÃrala. Es preferible que pierdas una parte del cuerpo y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
»Han oÃdo la ley que dice: “Un hombre puede divorciarse de su esposa con solo darle por escrito un aviso de divorcioâ€.