Una nación entrará en guerra con otra, y un reino con otro reino. Habrá hambres y terremotos en muchas partes del mundo.
Sin embargo, todo eso es solo el comienzo de los dolores del parto, luego vendrán más.
»Entonces los arrestarán, los perseguirán y los matarán. En todo el mundo los odiarán por ser mis seguidores.
Muchos se apartarán de mÃ, se traicionarán unos a otros y se odiarán.
Aparecerán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente.
Abundará el pecado por todas partes, y el amor de muchos se enfriará;
pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo.
Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones la oirán; y entonces vendrá el fin.
»Llegará el dÃa cuando verán de lo que habló el profeta Daniel: el objeto sacrÃlego que causa profanación de pie en el Lugar Santo. (Lector, ¡presta atención!).
Y oren para que la huÃda no sea en invierno o en dÃa de descanso.
Pues habrá más angustia que en cualquier otro momento desde el principio del mundo. Y jamás habrá una angustia tan grande.
De hecho, a menos que se acorte ese tiempo de calamidad, ni una sola persona sobrevivirá; pero se acortará por el bien de los elegidos de Dios.
»Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquà está el MesÃas†o “Allà estáâ€, no lo crean.
Pues se levantarán falsos mesÃas y falsos profetas y realizarán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos de Dios.
Miren, que les he advertido esto de antemano.
»Por lo tanto, si alguien les dice: “Miren, el MesÃas está en el desiertoâ€, ni se molesten en ir a buscarlo. O bien, si les dicen: “Miren, se esconde aquÃâ€, ¡no lo crean!
Pues, asà como el relámpago destella en el oriente y brilla en el occidente, asà será cuando venga el Hijo del Hombre.
Asà como los buitres, cuando se juntan, indican que hay un cadáver cerca, de la misma manera, esas señales revelan que el fin está cerca.
»Y entonces, por fin, aparecerá en los cielos la señal de que el Hijo del Hombre viene, y habrá un profundo lamento entre todos los pueblos de la tierra. Verán al Hijo del Hombre venir en las nubes del cielo con poder y gran gloria.
Enviará a sus ángeles con un potente toque de trompeta y reunirán a los elegidos de todas partes del mundo, desde los extremos más lejanos de la tierra y del cielo.
»Ahora, aprendan una lección de la higuera. Cuando las ramas echan brotes y comienzan a salir las hojas, ustedes saben que el verano se acerca.
De la misma manera, cuando vean que suceden todas estas cosas, sabrán que su regreso está muy cerca, a las puertas.
Les digo la verdad, no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan.
El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras no desaparecerán jamás.
»Sin embargo, nadie sabe el dÃa ni la hora en que sucederán estas cosas, ni siquiera los ángeles en el cielo ni el propio Hijo. Solo el Padre lo sabe.