«Da las siguientes instrucciones a Aarón: cuando pongas las siete lámparas en el candelabro, hazlo de manera que la luz alumbre hacia adelante, enfrente del candelabro».
«Ahora bien, separa a los levitas de los demás israelitas y hazlos ceremonialmente puros.
Para hacerlo, rocÃalos con el agua de la purificación y haz que se afeiten todo el cuerpo y que laven su ropa. Entonces quedarán ceremonialmente puros.
Haz que lleven un becerro y una ofrenda de grano de harina selecta humedecida con aceite de oliva, junto con un segundo becerro para la ofrenda por el pecado.
Cuando presentes a los levitas delante del Señor, el pueblo de Israel pondrá sus manos sobre ellos.
Con las manos en alto, Aarón presentará a los levitas ante el Señor como una ofrenda especial del pueblo de Israel; asà los dedicará al servicio del Señor.
»Enseguida los levitas pondrán sus manos sobre la cabeza de los becerros. Presenta un becerro como ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada al Señor, para purificar a los levitas y hacerlos justos ante el Señor.
De ese modo apartarás a los levitas del resto del pueblo de Israel, y los levitas me pertenecerán a mÃ.
Asà ellos podrán entrar en el tabernáculo para realizar su trabajo, porque los purificaste y los presentaste como una ofrenda especial.
»De todo el pueblo de Israel, los levitas están apartados para mÃ. Yo los he tomado para mà en lugar de los primeros hijos varones de los israelitas; he tomado a los levitas como sustitutos.
y de todos los israelitas, yo he designado a los levitas para Aarón y sus hijos. Ellos servirán en el tabernáculo en nombre de los israelitas y harán sacrificios para purificar al pueblo, de modo que ninguna plaga los azote cuando se acerquen al santuario».
Los levitas se purificaron del pecado y lavaron sus ropas, y Aarón los presentó al Señor como una ofrenda especial. Aarón ofreció entonces un sacrificio para purificarlos y para hacerlos justos delante del Señor.