Precisamente son ellas las que, siguiendo el consejo de Balaam, incitaron al pueblo de Israel a rebelarse contra el Señor en el monte Peor. Son ellas las que causaron la plaga que hirió al pueblo del Señor.
Asà que maten a todos los niños varones y a todas las mujeres que hayan tenido relaciones sexuales.
Dejen con vida únicamente a las niñas vÃrgenes; pueden quedarse con ellas.
todo lo que está hecho de oro, plata, bronce, hierro, estaño o plomo,
es decir, todos los metales resistentes al fuego, deberán ser pasados por el fuego para que queden ceremonialmente puros. Además deben purificar estos objetos de metal con el agua de la purificación. Pero todo lo que no es resistente al fuego lo purificarán únicamente con el agua.
«Tú, el sacerdote Eleazar y los jefes de las familias de cada tribu, hagan una lista de todo el botÃn tomado en la batalla, incluidos la gente y los animales.
Luego dividan el botÃn en dos partes y den la mitad a los hombres que lucharon en la batalla y la otra mitad al resto del pueblo.
De la mitad que pertenece al pueblo de Israel, toma uno de cada cincuenta de los prisioneros y del ganado, de los burros, de las ovejas, de las cabras y otros animales. Entrega esta porción a los levitas, que están encargados del cuidado del tabernáculo del Señor».
y le dijeron: «Nosotros, tus servidores, contamos a todos los hombres que salieron a la batalla bajo nuestras órdenes; ¡no falta ninguno de nosotros!