Finalmente Balaam comprendió que el Señor estaba decidido a bendecir a Israel, asà que no recurrió a la adivinación como antes. En cambio, se dio vuelta y miró hacia el desierto
Se extienden ante mà como arboledas de palmeras,    como jardines por la ribera. Son como altos árboles plantados por el Señor,    como cedros junto a las aguas.
Agua fluirá de sus cántaros;    su descendencia tendrá toda la que necesite. Su rey será más grande que Agag;    su reino será exaltado.
“Aunque Balac me diera su palacio repleto de plata y oro, no podrÃa hacer absolutamente nada en contra de la voluntad del Señorâ€. ¡Te advertà que únicamente podrÃa decir lo que el Señor me dijera!
Balaam dio el siguiente mensaje: «Este es el mensaje de Balaam, el hijo de Beor,    el mensaje del hombre cuyos ojos ven con claridad,
el mensaje del que oye las palabras de Dios,    del que tiene conocimiento dado por el AltÃsimo, del que ve una visión que proviene del Todopoderoso,    y se inclina con los ojos abiertos:
Tomará posesión de Edom    y a Seir, su enemigo, lo conquistará,    mientras Israel marcha adelante en triunfo.
Un gobernante se levantará en Jacob    que destruirá a los sobrevivientes de Ar».
Luego Balaam miró hacia el pueblo de Amalec y dio este mensaje: «Amalec fue la más importante de las naciones,    ¡pero su destino es la destrucción!».