El rey cananeo de Arad que vivÃa en el Neguev oyó que los israelitas se acercaban por el camino que atraviesa Atarim. Asà que atacó a los israelitas y tomó a algunos como prisioneros.
Entonces Israel hizo un voto al Señor: «Si entregas a este pueblo en nuestras manos, destruiremos por completo todas sus ciudades».
El Señor oyó la petición de los israelitas y les dio la victoria sobre los cananeos. Asà que los israelitas los destruyeron por completo junto con sus ciudades y desde entonces ese lugar se conoce como Horma.
Luego el pueblo de Israel salió del monte Hor y tomó el camino hacia el mar Rojo para bordear la tierra de Edom; pero el pueblo se impacientó con tan larga jornada
Allà los israelitas entonaron el siguiente canto: «¡Brota, oh pozo!    ¡SÃ, canten sus alabanzas!
Canten de este pozo,    que prÃncipes excavaron, que grandes lÃderes abrieron    con sus cetros y varas».Luego los israelitas salieron del desierto y pasaron por Mataná,
«PermÃtenos atravesar tu territorio. Tendremos cuidado de no pasar por tus campos y viñedos, ni siquiera beberemos agua de tus pozos. Seguiremos derecho por el camino real hasta que hayamos atravesado tu territorio».
Asà que los israelitas los masacraron a filo de espada y ocuparon su tierra, desde el rÃo Arnón hasta el rÃo Jaboc. Avanzaron solo hasta los lÃmites de los amonitas porque su frontera estaba fortificada.
De manera que Israel tomó todas las ciudades amorreas y se estableció en ellas, incluida la ciudad de Hesbón y sus aldeas vecinas.
Hesbón habÃa sido la capital de Sehón, rey de los amorreos. Él habÃa derrotado al rey moabita anterior y se habÃa apoderado de toda su tierra hasta el rÃo Arnón.
Un fuego ardiente salió de Hesbón,    un incendio de la ciudad de Sehón. Quemó la ciudad de Ar en Moab;    destruyó a los gobernantes de las alturas de Arnón.
Los hemos destruido por completo,    desde Hesbón hasta Dibón. Los hemos exterminado por completo,    hasta lugares tan lejanos como Nofa y Medeba».
Asà pues, el pueblo de Israel ocupó el territorio de los amorreos.