El 29 de agosto del segundo año del reinado del rey DarÃo, el Señor dio un mensaje por medio del profeta Hageo a Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Jesúa, hijo de Josadac, el sumo sacerdote:
Han sembrado mucho pero cosechado poco; comen pero no quedan satisfechos; beben pero aún tienen sed; se abrigan pero todavÃa tienen frÃo. Sus salarios desaparecen, ¡como si los echaran en bolsillos llenos de agujeros!».
Entonces Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, el sumo sacerdote, y todo el remanente del pueblo de Dios comenzaron a obedecer el mensaje del Señor su Dios. Cuando oyeron las palabras del profeta Hageo, a quien el Señor su Dios habÃa enviado, el pueblo temió al Señor.
Luego Hageo, el mensajero del Señor, dio al pueblo el siguiente mensaje del Señor: «¡Yo estoy con ustedes, dice el Señor!».