El Señor le dio este mensaje a SofonÃas, cuando JosÃas, hijo de Amón, era rey de Judá. SofonÃas fue hijo de Cusi, hijo de GedalÃas, hijo de AmarÃas, hijo de EzequÃas.
Pues ellos suben a las azoteas    y se postran ante el sol, la luna y las estrellas. Dicen seguir al Señor,    pero al mismo tiempo rinden culto a Moloc.
Guarden silencio en presencia del Señor Soberano,    porque se acerca el imponente dÃa del juicio del Señor. El Señor ha preparado a su pueblo para una gran matanza    y ha seleccionado a sus verdugos.
Por eso serán despojados de sus posesiones y    sus casas serán saqueadas. Construirán nuevas casas    pero nunca vivirán en ellas. Plantarán viñedos    pero nunca beberán su vino.
»Ese terrible dÃa del Señor está cerca.    Viene de prisa, un dÃa de llanto amargo,    un dÃa cuando aun los hombres fuertes clamarán.
Será un dÃa cuando el Señor derramará su ira,    un dÃa de terrible aflicción y angustia, un dÃa de ruina y desolación,    un dÃa de oscuridad y penumbra, un dÃa de nubes y de negrura,   Â
un dÃa de sonido de trompeta y gritos de batalla. ¡Caen las ciudades amuralladas    y las más sólidas fortificaciones!
Ni su plata ni su oro los salvará    en el dÃa de la ira del Señor. Pues toda la tierra será devorada    por el fuego de su celo. Él dará un final aterrador    a toda la gente de la tierra.