Registrarán y saquearán    cada rincón y cada grieta de Edom.    Se llevarán hasta el último de los tesoros escondidos.
»Todos tus aliados se volverán contra ti    y ayudarán a expulsarte de tu tierra. Te prometerán paz    mientras traman engañarte y destruirte. Tus amigos de confianza te tenderán trampas    y ni siquiera te darás cuenta.
Los más poderosos guerreros de Temán    sentirán terror, y todos en las montañas de Edom    serán exterminados en la masacre.
»A causa de la violencia con la que trataste    a tus parientes cercanos de Israel, te llenarás de vergüenza    y serás destruido para siempre.
»No debiste alegrarte    cuando desterraron a tus parientes a tierras lejanas. No debiste gozarte    cuando el pueblo de Judá sufrÃa semejante desgracia. No debiste hablar con arrogancia    en ese terrible tiempo de angustia.
No debiste saquear la tierra de Israel    mientras ellos sufrÃan semejante calamidad. No debiste regodearte de su destrucción    mientras sufrÃan semejante calamidad. No debiste robar sus riquezas    mientras sufrÃan semejante calamidad.
No debiste pararte en la encrucijada    para matar a los que intentaban escapar. No debiste capturar y entregar a los sobrevivientes    en su terrible tiempo de angustia.
»Entonces mi pueblo que vive en el Neguev    ocupará las montañas de Edom. Los que viven en las colinas de Judá    poseerán las llanuras de los filisteos    y se apoderarán de los campos de EfraÃn y de Samaria, y el pueblo de BenjamÃn    ocupará la tierra de Galaad.