Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Escúchenme, ustedes, vacas gordas    que viven en Samaria, ustedes, mujeres, que oprimen al pobre    y aplastan al necesitado y que les gritan siempre a sus esposos:    «¡Tráigannos otra bebida!».
El Señor Soberano ha jurado por su propia santidad: «Llegará el dÃa cuando ustedes serán llevadas    con garfios enganchados en sus narices. ¡Hasta la última de ustedes será arrastrada lejos    como un pez al anzuelo!
Las sacarán por las ruinas de la muralla;    serán expulsadas de sus fortalezas»,    dice el Señor.
«Adelante, ofrezcan sacrificios a los Ãdolos en Betel;    continúen desobedeciendo en Gilgal. Ofrezcan sacrificios cada mañana    y lleven sus diezmos cada tercer dÃa.
Presenten su pan hecho con levadura    como una ofrenda de gratitud. ¡Luego entreguen sus ofrendas voluntarias    para poder jactarse de ello en todas partes! Este es el tipo de cosas que a ustedes, israelitas, les encanta hacer»,    dice el Señor Soberano.
«Hice que pasaran hambre en cada ciudad    y que hubiera hambruna en cada pueblo, pero aun asÃ, ustedes no se volvieron a mû,    dice el Señor.
La gente deambulaba de ciudad en ciudad buscando agua,    pero nunca habÃa suficiente; pero aun asÃ, ustedes no se volvieron a mû,    dice el Señor.
«Destruà algunas de sus ciudades,    asà como destruà Sodoma y Gomorra. Ustedes que sobrevivieron    parecÃan tizones rescatados del fuego; pero aun asÃ, no se volvieron a mà    —dice el Señor—.