Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
El Señor le dio la victoria sobre el rey Joacim de Judá y le permitió llevarse algunos de los objetos sagrados del templo de Dios. Asà que Nabucodonosor se los llevó a Babilonia y los puso en la casa del tesoro del templo de su dios.
Luego el rey ordenó a Aspenaz, jefe del Estado Mayor, que trajera al palacio a algunos de los jóvenes de la familia real de Judá y de otras familias nobles, que habÃan sido llevados a Babilonia como cautivos.
Daniel, AnanÃas, Misael y AzarÃas fueron cuatro de los jóvenes seleccionados, todos de la tribu de Judá.
El jefe del Estado Mayor les dio nuevos nombres babilónicos:A Daniel lo llamó Beltsasar.A AnanÃas lo llamó Sadrac.A Misael lo llamó Mesac.A AzarÃas lo llamó Abed-nego.
Sin embargo, Daniel estaba decidido a no contaminarse con la comida y el vino dados por el rey. Le pidió permiso al jefe del Estado Mayor para no comer esos alimentos inaceptables.
Ahora bien, Dios habÃa hecho que el jefe del Estado Mayor le tuviera respeto y afecto a Daniel,
pero le respondió: «Tengo miedo de mi señor el rey quien ordenó que ustedes comieran estos alimentos y bebieran este vino. Si se vuelven pálidos y delgados en comparación con otros jóvenes de su edad, temo que el rey mandará a decapitarme».
Entonces Daniel habló con el asistente que habÃa sido designado por el jefe del Estado Mayor para cuidar a Daniel, AnanÃas, Misael y AzarÃas,
Al cumplirse los diez dÃas, compara nuestro aspecto con el de los otros jóvenes que comen de la comida del rey. Luego decide de acuerdo con lo que veas».
El asistente aceptó la sugerencia de Daniel y los puso a prueba por diez dÃas.
Al cumplirse los diez dÃas, Daniel y sus tres amigos se veÃan más saludables y mejor nutridos que los jóvenes alimentados con la comida asignada por el rey.
Asà que, desde entonces, el asistente les dio de comer solo vegetales en lugar de los alimentos y el vino que servÃan a los demás.
A estos cuatro jóvenes Dios les dio aptitud excepcional para comprender todos los aspectos de la literatura y la sabidurÃa; y a Daniel Dios le dio la capacidad especial de interpretar el significado de visiones y sueños.
Cuando se cumplió el perÃodo de instrucción ordenado por el rey, el jefe del Estado Mayor llevó a todos los jóvenes ante el rey Nabucodonosor.
El rey habló con ellos y ninguno le causó mejor impresión que Daniel, AnanÃas, Misael y AzarÃas. De modo que entraron al servicio real.
Cada vez que el rey los consultaba sobre cualquier asunto que exigiera sabidurÃa y juicio equilibrado, los encontraba diez veces más capaces que todos los magos y brujos de su reino.
Daniel permaneció en el servicio real hasta el primer año del rey Ciro.