Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
Desprecias mis objetos santos y profanas mis dÃas de descanso.
Hay quienes acusan falsamente a otros y los envÃan a la muerte. Estás llena de gente que rinde culto a Ãdolos y hace cosas obscenas.
Hay entre ustedes hombres que se acuestan con la esposa de su padre y tienen relaciones sexuales con mujeres durante su perÃodo menstrual.
Dentro de tus murallas viven hombres que cometen adulterio con la mujer de su vecino, que deshonran a sus nueras o violan a sus propias hermanas.
Por todas partes hay asesinos a sueldo, prestamistas usureros y extorsionistas. Ni siquiera piensan en mà ni en mis mandatos, dice el Señor Soberano.
»â€Sin embargo, ahora yo bato las palmas con indignación por tus ganancias deshonestas y tu derramamiento de sangre.
y se fundirán como la plata en el intenso calor. Entonces sabrán que yo, el Señor, he derramado mi furia sobre ustedes’â€Â».
Nuevamente recibà un mensaje del Señor:
«Hijo de hombre, dale este mensaje al pueblo de Israel: “En el dÃa de mi indignación, serás como tierra contaminada, una tierra sin lluvia.
Tus prÃncipes traman conspiraciones tal como los leones que acechan su presa. Devoran a los inocentes apoderándose de sus tesoros y quitándoles su riqueza mediante la extorsión; y dejan viudas a muchas mujeres del paÃs.
Tus sacerdotes desobedecieron mis enseñanzas y profanaron mis objetos santos. No hacen ninguna diferencia entre lo que es santo y lo que no es, tampoco enseñan a mi pueblo la diferencia entre lo que es ceremonialmente puro o impuro. Desprecian mis dÃas de descanso, de modo que soy deshonrado entre ellos.
Tus lÃderes son como lobos que despedazan a sus vÃctimas. ¡En realidad destruyen vidas a cambio de dinero!
Y tus profetas los encubren dando falsas visiones y predicciones mentirosas. Dicen: ‘Mi mensaje proviene del Señor Soberano’, cuando en realidad el Señor no les ha dicho ni una sola palabra.
Hasta la gente común oprime a los pobres, les roba a los necesitados y priva de justicia a los extranjeros.