Paul, an apostle of Jesus Christ by the will of God, and Timothy our brother, unto the church of God which is at Corinth, with all the saints which are in all Achaia:
El Señor le dio otro mensaje a JeremÃas diciendo:
«Vete a la entrada del templo del Señor y dale el siguiente mensaje al pueblo: “Oh Judá, ¡escucha este mensaje del Señor! ¡Escúchenlo, todos ustedes que aquà adoran al Señor!
pero no se dejen engañar por los que les prometen seguridad simplemente porque aquà está el templo del Señor. Ellos repiten: ‘¡El templo del Señor está aquÃ! ¡El templo del Señor está aquÃ!’.
»â€No se dejen engañar ni crean que nunca tendrán que sufrir porque el templo está aquÃ. ¡Es una mentira!
¿De verdad piensan que pueden robar, matar, cometer adulterio, mentir y quemar incienso a Baal y a los otros nuevos dioses que tienen,
y luego venir y presentarse delante de mà en mi templo a repetir: ‘¡Estamos a salvo!’, solo para irse a cometer nuevamente todas las mismas maldades?
¿No reconocen ustedes mismos que este templo, que lleva mi nombre, se ha convertido en una cueva de ladrones? Les aseguro que veo todo el mal que ocurre allÃ. ¡Yo, el Señor, he hablado!
»â€Ahora vayan a Silo, al lugar donde puse antes el tabernáculo que llevaba mi nombre. Vean lo que hice allà debido a toda la perversidad de mi pueblo, los israelitas.
»Pero mi pueblo no quiso escucharme. Continuaron haciendo lo que querÃan, siguiendo los tercos deseos de su malvado corazón. Retrocedieron en vez de ir hacia adelante.
Desde el dÃa en que sus antepasados salieron de Egipto hasta ahora, no he dejado de enviarles a mis siervos, los profetas, dÃa tras dÃa;
pero mi pueblo no me ha escuchado, ni siquiera ha tratado de oÃrme. Han sido tercos y pecadores, aún peores que sus antepasados.
Diles: “Esta es la nación que no obedece al Señor su Dios y que rechaza ser enseñada. Entre ellos la verdad ha desaparecido; ya no se escucha en sus labios.
Rápate en señal de luto y llora a solas en las montañas, porque el Señor ha rechazado y ha abandonado a esta generación que ha provocado su furiaâ€.
»La gente de Judá ha pecado ante mis propios ojos —dice el Señor—. Han puesto sus Ãdolos abominables precisamente en el templo que lleva mi nombre, y asà lo han profanado.
Asà que, ¡atención! Se acerca la hora —dice el Señor—, cuando ese basurero ya no será llamado más Tofet ni valle de Ben-hinom, sino valle de la Matanza. Enterrarán a sus muertos en Tofet hasta que ya no haya más lugar.
Los cadáveres de mi pueblo servirán de comida para los buitres y los animales salvajes, y no habrá quien los ahuyente.