Fue despreciado y rechazado:    hombre de dolores, conocedor del dolor más profundo. Nosotros le dimos la espalda y desviamos la mirada;    fue despreciado, y no nos importó.
Fue oprimido y tratado con crueldad,    sin embargo, no dijo ni una sola palabra. Como cordero fue llevado al matadero.    Y como oveja en silencio ante sus trasquiladores,    no abrió su boca.
Al ser condenado injustamente,    se lo llevaron. A nadie le importó que muriera sin descendientes;    ni que le quitaran la vida a mitad de camino. Pero lo hirieron de muerte    por la rebelión de mi pueblo.
Él no habÃa hecho nada malo,    y jamás habÃa engañado a nadie. Pero fue enterrado como un criminal;    fue puesto en la tumba de un hombre rico.
Formaba parte del buen plan del Señor aplastarlo    y causarle dolor. Sin embargo, cuando su vida sea entregada en ofrenda por el pecado,    tendrá muchos descendientes. Disfrutará de una larga vida,    y en sus manos el buen plan del Señor prosperará.