Por ese tiempo, EzequÃas se enfermó gravemente, y el profeta IsaÃas, hijo de Amoz, fue a visitarlo. Le dio al rey el siguiente mensaje: «Esto dice el Señor: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir. No te recuperarás de esta enfermedadâ€Â».
Cuando EzequÃas oyó el mensaje, volvió su rostro hacia la pared y oró al Señor:
Se me voló la vida    como la carpa de un pastor en medio de una tormenta. Fue cortada,    como cuando el tejedor corta la tela del telar.    De repente, mi vida se habÃa acabado.