Este es el mensaje que recibà acerca de Egipto: ¡Miren! El Señor avanza contra Egipto,    montado sobre una nube veloz. Los Ãdolos de Egipto tiemblan;    el corazón de los egipcios se paraliza de miedo.
Las aguas del Nilo no subirán para inundar los campos;    el lecho del rÃo estará totalmente seco.
Los canales del Nilo se secarán    y los arroyos de Egipto apestarán    por la podredumbre de las cañas y los juncos.
Toda la vegetación en las orillas del rÃo    y todos los sembrados en sus riberas    se secarán y se los llevará el viento.
Los pescadores se lamentarán porque no tienen trabajo;    se quejarán los que lanzan sus anzuelos al Nilo    y los que usan redes se desanimarán.
No habrá lino para los cosechadores,    ni hilo para los tejedores.
Estarán desesperados,    y todos los obreros tendrán el corazón angustiado.
Los funcionarios de Zoán son unos necios,    y los funcionarios de Menfis son engañados. Los lÃderes del pueblo    hicieron descarriar a Egipto.
El Señor envió sobre ellos un espÃritu de necedad,    para que todas sus sugerencias sean equivocadas. Ellos hacen que Egipto se tambalee    como un borracho en su vómito.
En aquel dÃa, habrá una carretera que conecte Egipto con Asiria. Los egipcios y los asirios se moverán libremente entre los dos paÃses, y ambos pueblos adorarán a Dios.
Además, Israel será su aliado; los tres estarán juntos, e Israel será una bendición para ellos.