No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable».
Pues ese dÃa el polvo volverá a la tierra, y el espÃritu regresará a Dios, que fue quien lo dio.
«Nada tiene sentido —dice el Maestro—, ningún sentido en absoluto».
Ten en cuenta lo siguiente: el Maestro fue considerado sabio y le enseñó a la gente todo lo que sabÃa. Escuchó con atención muchos proverbios, los estudió y los clasificó.
El Maestro se esmeró por encontrar las palabras correctas para expresar las verdades con claridad.
Las palabras de los sabios son como el aguijón para el ganado: dolorosas pero necesarias. El conjunto de sus dichos es como la vara con clavos que usa el pastor para guiar a sus ovejas.