Las generaciones van y vienen, pero la tierra nunca cambia.
El sol sale y se pone, y se apresura a dar toda la vuelta para volver a salir.
El viento sopla hacia el sur y luego gira hacia el norte. Da vueltas y vueltas soplando en cÃrculos.
Los rÃos desembocan en el mar, pero el mar nunca se llena. Luego el agua vuelve a los rÃos y sale nuevamente al mar.
Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos tiene contentos.
La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol.
A veces la gente dice: «¡Esto es algo nuevo!»; pero la verdad es que no lo es, nada es completamente nuevo.
Ninguno de nosotros recuerda lo que sucedió en el pasado, y las generaciones futuras tampoco recordarán lo que hacemos ahora.
Asà que me dispuse a aprender de todo: desde la sabidurÃa hasta la locura y la insensatez; pero descubrà por experiencia que procurar esas cosas es como perseguir el viento.
Cuanta más sabidurÃa tengo, mayor es mi desconsuelo;    aumentar el conocimiento sólo trae más dolor.