El enojo es cruel, y la ira es como una inundación,    pero los celos son aún más peligrosos.
¡Una reprensión franca    es mejor que amar en secreto!
Las heridas de un amigo sincero    son mejores que muchos besos de un enemigo.
El que tiene el estómago lleno rechaza la miel;    pero al hambriento, hasta la comida amarga le sabe dulce.
El que se aleja de su hogar    es como el ave que se aleja de su nido.
El perfume y el incienso alegran el corazón,    y el dulce consejo de un amigo es mejor que la confianza propia.
Nunca abandones a un amigo,    sea tuyo o de tu padre. Cuando ocurra la calamidad, no tendrás que pedirle ayuda a tu hermano.    Mejor es recurrir a un vecino que a un hermano que vive lejos.
El prudente se anticipa al peligro y toma precauciones.    El simplón sigue adelante a ciegas y sufre las consecuencias.
Al que salga fiador por la deuda de un desconocido, pÃdele una garantÃa.    ExÃgele un depósito como garantÃa si lo hace por extranjeros.
Un saludo alegre y en voz alta temprano en la mañana,    ¡será considerado una maldición!
Una esposa que busca pleitos es tan molesta    como una gotera continua en un dÃa de lluvia.
Poner fin a sus quejas es como tratar de detener el viento    o de sostener algo con las manos llenas de grasa.
Como el hierro se afila con hierro,    asà un amigo se afila con su amigo.
Como a los que cuidan de la higuera se les permite comer del fruto,    asà serán recompensados los empleados que protegen los intereses de su patrón.
Asà como el rostro se refleja en el agua,    el corazón refleja a la persona tal como es.
Asà como la Muerte y la Destrucción nunca se sacian,    el deseo del hombre nunca queda satisfecho.
El fuego prueba la pureza del oro y de la plata, Â Â Â pero la persona es probada por las alabanzas que recibe.
Es imposible separar al necio de su necedad, Â Â Â aunque lo muelas como al grano en un mortero.