Luego Dios le dio al pueblo las siguientes instrucciones:
«Yo soy el Señor tu Dios, quien te rescató de la tierra de Egipto, donde eras esclavo.
»No tengas ningún otro dios aparte de mÃ.
»No te hagas ninguna clase de Ãdolo ni imagen de ninguna cosa que está en los cielos, en la tierra o en el mar.
No te inclines ante ellos ni les rindas culto, porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, quien no tolerará que entregues tu corazón a otros dioses. Extiendo los pecados de los padres sobre sus hijos; toda la familia de los que me rechazan queda afectada, hasta los hijos de la tercera y la cuarta generación.
Pero derramo amor inagotable por mil generaciones sobre los que me aman y obedecen mis mandatos.
»No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios. El Señor no te dejará sin castigo si usas mal su nombre.
»Honra a tu padre y a tu madre. Entonces tendrás una vida larga y plena en la tierra que el Señor tu Dios te da.
»No cometas asesinato.
»No cometas adulterio.
»No robes.
»No des falso testimonio contra tu prójimo.
»No codicies la casa de tu prójimo. No codicies la esposa de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su burro, ni ninguna otra cosa que le pertenezca».
Cuando los israelitas oyeron los truenos y el toque fuerte del cuerno de carnero y vieron los destellos de relámpagos y el humo que salÃa del monte, se mantuvieron a distancia, temblando de miedo.
Si usan piedras para construir un altar, que sean piedras enteras y en su forma original. No den forma a las piedras con ninguna herramienta, pues eso harÃa que el altar fuera indigno de un uso santo.
No suban escalones para acercarse a mi altar, si lo hacen, alguien podrÃa mirarles bajo la ropa y ver su desnudezâ€.