La vida que me has dado no es más larga que el ancho de mi mano.    Toda mi vida es apenas un instante para ti;    cuando mucho, cada uno de nosotros es apenas un suspiro».Interludio
¡Pero por favor, deja de castigarme!    Estoy agotado por los golpes de tu mano.
Cuando nos disciplinas por nuestros pecados, Â Â Â consumes como una polilla lo que estimamos precioso. Â Â Â Cada uno de nosotros es apenas un suspiro.Interludio
¡Oh Señor, oye mi oración!    ¡Escucha mis gritos de auxilio!    No cierres los ojos ante mis lágrimas. Pues soy tu invitado,    un viajero de paso,    igual que mis antepasados.