Los que llevan una vida intachable y hacen lo correcto,    los que dicen la verdad con corazón sincero.
Los que no se prestan al chisme    ni le hacen daño a su vecino,    ni hablan mal de sus amigos.
Los que desprecian a los pecadores descarados,    y honran a quienes siguen fielmente al Señor    y mantienen su palabra aunque salgan perjudicados.
Los que prestan dinero sin cobrar intereses    y no aceptan sobornos para mentir acerca de un inocente. Esa gente permanecerá firme para siempre.