Es mejor refugiarse en el Señor    que confiar en la gente.
Es mejor refugiarse en el Señor    que confiar en prÃncipes.
Aunque me rodearon naciones hostiles,    las destruà a todas con la autoridad del Señor.
Asà fue, me rodearon y me atacaron,    pero las destruà a todas con la autoridad del Señor.
Me rodearon como un enjambre de abejas;    se enardecieron contra mà como un fuego crepitante;    pero las destruà a todas con la autoridad del Señor.
Mis enemigos hicieron todo lo posible para matarme,    pero el Señor me rescató.
El Señor es mi fuerza y mi canción;    me ha dado la victoria.
Se entonan canciones de alegrÃa y de victoria en el campamento de los justos.    ¡El fuerte brazo derecho del Señor ha hecho proezas gloriosas!
El fuerte brazo derecho del Señor se levanta triunfante.    ¡El fuerte brazo derecho del Señor ha hecho proezas gloriosas!