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The LORD also will be a refuge for the oppressed, a refuge in times of trouble.
Psalm: 9:9
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»Job, escucha mis palabras;
   presta atención a lo que tengo que decir.
Ahora que he comenzado a hablar,
   déjame continuar.
Hablo con toda sinceridad;
   digo la verdad.
El EspÃritu de Dios me ha creado,
   y el aliento del Todopoderoso me da vida.
Respóndeme, si puedes;
   presenta tu argumento y define tu posición.
Mira, tú y yo, ambos, pertenecemos a Dios;
   yo también fui formado del barro.
Asà que no tienes que tenerme miedo;
   no seré duro contigo.
»Tú has hablado en mi presencia
   y he escuchado tus palabras.
Dijiste: “Yo soy puro; no tengo pecado;
   soy inocente; no tengo culpa.
Dios busca pleito conmigo
   y me considera su enemigo.
Él puso mis pies en el cepo
   y vigila todos mis movimientosâ€.
»Pero estás equivocado, y te mostraré el porqué,
   pues Dios es más grande que todo ser humano.
Asà que, ¿por qué presentas cargos contra él?
   ¿Por qué dices que no responde a las quejas de la gente?
Pues Dios habla una y otra vez,
   aunque la gente no lo reconozca.
Habla en sueños, en visiones nocturnas,
   cuando el sueño profundo cae sobre las personas
   mientras están acostadas.
Susurra a sus oÃdos
   y las aterroriza con advertencias.
Él hace que se aparten de sus malas acciones;
   no las deja caer en el orgullo.
Él las protege de la tumba,
   de cruzar el rÃo de la muerte.
»Otras veces Dios emplea el dolor para disciplinar a la gente en su lecho de enfermo,
   con dolores incesantes en sus huesos.
Ellos pierden el apetito;
   no desean ni la comida más deliciosa.
Su carne se consume
   y son puro hueso.
Están a las puertas de la muerte;
   los ángeles de la muerte los esperan.
»Pero si aparece un ángel del cielo
   —un mensajero especial para interceder por una persona
   y para declarar que es recta—
él le tendrá compasión y dirá:
“Sálvalo de la tumba,
   porque he encontrado un rescate por su vidaâ€.
Entonces su cuerpo se volverá tan sano como el de un niño,
   fuerte y juvenil otra vez.
Cuando él ore a Dios,
   será aceptado
y Dios lo recibirá con alegrÃa
   y lo restaurará a una relación correcta.
Declarará a sus amigos:
“Pequé y torcà la verdad,
   pero no valió la pena.
Dios me rescató de la tumba
   y ahora mi vida está llena de luzâ€.
»Asà es, Dios actúa de esa forma
   una y otra vez por las personas.
Él las rescata de la tumba
   para que disfruten de la luz de la vida.
Toma nota, Job; escúchame,
   porque tengo más para decir.
Sin embargo, si tienes algo que decir, adelante,
   habla, porque deseo verte justificado;
pero si no, entonces escúchame.
   ¡Guarda silencio y te enseñaré sabidurÃa!».
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