Asà terminó Salomón todo su trabajo para el templo del Señor. Luego trajo todos los obsequios que su padre David habÃa consagrado —la plata, el oro y los diversos objetos— y los guardó en los tesoros del templo de Dios.
Asà que todos los hombres de Israel se reunieron ante el rey durante el Festival de las Enramadas, que se celebra anualmente a comienzos del otoño.
Una vez que estaban presentes todos los ancianos de Israel, los levitas levantaron el arca.
Los sacerdotes y los levitas trasladaron el arca junto con la carpa especial y todos los objetos sagrados que habÃa en ella.
Delante del arca, el rey Salomón y toda la comunidad de Israel sacrificaron ovejas, cabras y ganado, ¡en tal cantidad que fue imposible llevar la cuenta!
Luego los sacerdotes llevaron el arca del pacto del Señor al santuario interior del templo —el Lugar SantÃsimo— y la colocaron bajo las alas de los querubines.
Los querubines extendÃan sus alas por encima del arca y formaban una especie de cubierta sobre el arca y las varas para transportarla.
Estas varas eran tan largas que los extremos podÃan verse desde el salón principal del templo —el Lugar Santo— pero no desde afuera; y allà permanecen hasta el dÃa de hoy.
Luego los sacerdotes salieron del Lugar Santo. Todos los sacerdotes presentes se habÃan purificado, estuvieran o no de turno ese dÃa.
Los levitas que eran músicos —Asaf, Hemán, Jedutún y todos sus hijos y hermanos—, vestidos de mantos de lino fino, estaban de pie en el lado oriental del altar y tocaban cÃmbalos, liras y arpas. A ellos se les unieron ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas.
Los trompetistas y los cantores se unieron para alabar y dar gracias al Señor. Al son de trompetas, cÃmbalos y otros instrumentos, elevaron sus voces y alabaron al Señor con las siguientes palabras: «¡Él es bueno!    ¡Su fiel amor perdura para siempre!».En ese momento una densa nube llenó el templo del Señor.
Los sacerdotes no pudieron seguir con la celebración a causa de la nube, porque la gloriosa presencia del Señor llenaba el templo de Dios.