El rey tomó su lugar de autoridad junto a la columna y renovó el pacto en presencia del Señor. Se comprometió a obedecer al Señor cumpliendo sus mandatos, leyes y decretos con todo el corazón y con toda el alma. De esa manera, confirmó todas las condiciones del pacto que estaban escritas en el rollo, y toda la gente se comprometió con el pacto.
Luego el rey JosÃas emitió la siguiente orden para todo el pueblo: «Ustedes deben celebrar la Pascua para el Señor su Dios, como se exige en este libro del pacto».
Luego el faraón Necao puso en el trono a Eliaquim, otro de los hijos de JosÃas, para que reinara en lugar de su padre y le cambió el nombre a Joacim. Joacaz fue llevado a Egipto como prisionero, y allà murió.
Para obtener la plata y el oro que el faraón Necao exigÃa como tributo, Joacim recaudaba un impuesto de los habitantes de Judá, para el cual les pedÃa que pagaran en proporción a sus riquezas.