A los miembros de la familia de Baasa que mueran en la ciudad se los comerán los perros, y a los que mueran en el campo se los comerán los buitres».
Los demás acontecimientos del reinado de Baasa y el alcance de su poder están registrados en El libro de la historia de los reyes de Israel.
Cuando Baasa murió, lo enterraron en Tirsa. Luego su hijo Ela lo sucedió en el trono.
Zimri, que era el comandante de la mitad de los carros de guerra del rey, tramó un plan para matarlo. Cierto dÃa en Tirsa, Ela se emborrachaba en la casa de Arsa, el supervisor del palacio;
y entró Zimri, lo hirió y lo mató. Este hecho sucedió durante el año veintisiete del reinado de Asa, rey de Judá. Luego, Zimri lo sucedió en el trono.
En cuanto subió al poder, Zimri mató a toda la familia real de Baasa; no dejó con vida ni siquiera a un solo hijo varón. Incluso mató a los parientes lejanos y a los amigos.
De esa forma, Zimri eliminó la dinastÃa de Baasa, tal como habÃa prometido el Señor por medio del profeta Jehú.
Los demás acontecimientos del reinado de Zimri y su acto de conspiración están registrados en El libro de la historia de los reyes de Israel.
Resulta que los habitantes de Israel se dividieron en dos facciones. La mitad de la gente intentaba proclamar rey a Tibni, hijo de Ginat, mientras que la otra mitad apoyaba a Omri;
pero los partidarios de Omri vencieron a los partidarios de Tibni. Entonces Tibni fue asesinado y Omri lo sucedió en el trono.
Omri comenzó a gobernar Israel en el año treinta y uno del reinado de Asa, rey de Judá. Reinó doce años en total, seis de ellos en Tirsa.
Sin embargo, Omri hizo lo malo a los ojos del Señor, peor aún que todos los reyes anteriores.
Siguió el ejemplo de Jeroboam, hijo de Nabat, en cuanto a todos los pecados que Jeroboam habÃa cometido y que hizo cometer a Israel. Con sus Ãdolos inútiles, el pueblo provocó el enojo del Señor, Dios de Israel.
Cuando Omri murió, lo enterraron en Samaria. Luego su hijo Acab lo sucedió en el trono de Israel.
Acab, hijo de Omri, comenzó a gobernar Israel en el año treinta y ocho del reinado de Asa, rey de Judá; y reinó en Samaria veintidós años.
Sin embargo, Acab, hijo de Omri, hizo lo malo a los ojos del Señor, peor aún que todos los reyes anteriores.
Y como si fuera poco haber seguido el ejemplo de Jeroboam, se casó con Jezabel, hija del rey Et-baal, de los sidonios, y comenzó a inclinarse y a rendir culto a Baal.
Primero construyó un templo y un altar para Baal en Samaria.
Luego levantó un poste dedicado a la diosa Asera. Acab hizo más para provocar el enojo del Señor, Dios de Israel, que cualquier otro de los reyes anteriores de Israel.