Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Una vez más el enojo del Señor ardió contra Israel, y provocó que David les hiciera daño al levantar un censo. «Ve y cuenta a las personas de Israel y Judá», le dijo el Señor.
Joab informó el número de personas al rey. HabÃa en Israel ochocientos mil guerreros competentes que podÃan manejar una espada, y además quinientos mil en Judá.
—¡Estoy en una situación desesperada! —le respondió David a Gad—. Mejor que caigamos nosotros en las manos del Señor, porque su misericordia es grande, y que no caiga yo en manos humanas.
Por lo tanto, el Señor mandó una plaga sobre Israel esa mañana que duró tres dÃas. Un total de setenta mil personas murieron en toda la nación, desde Dan en el norte hasta Beerseba en el sur.
—Tómela, mi señor el rey, y úsela como usted quiera —le respondió Arauna a David—. Aquà hay bueyes para la ofrenda quemada, y puede usar los tablones de trillar y los yugos de los bueyes como leña para hacer un fuego sobre el altar.
Allà David edificó un altar al Señor y sacrificó ofrendas quemadas y ofrendas de paz. Y el Señor contestó la oración que hizo por la tierra, y se detuvo la plaga que azotaba a Israel.