Likewise the Spirit also helpeth our infirmities: for we know not what we should pray for as we ought: but the Spirit itself maketh intercession for us with groanings which cannot be uttered.
David lo invitó a cenar y lo emborrachó. Pero aun asà no logró que UrÃas se fuera a la casa con su esposa, sino que nuevamente se quedó a dormir a la entrada del palacio con la guardia real.
Entonces, a la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab y se la dio a UrÃas para que se la entregara.
La carta le daba las siguientes instrucciones a Joab: «Pon a UrÃas en las lÃneas del frente, donde la batalla sea más violenta. Luego retrocedan, para que lo maten».
Asà que Joab asignó a UrÃas a un lugar cerca de la muralla de la ciudad donde sabÃa que peleaban los hombres más fuertes del enemigo.
Y cuando los soldados enemigos salieron de la ciudad para pelear, UrÃas el hitita murió junto con varios soldados israelitas.
Luego Joab envió a David un informe de la batalla.
Le dijo a su mensajero: «Informa al rey todas las novedades de la batalla.
Una vez cumplido el perÃodo de luto, David mandó que la trajeran al palacio, y pasó a ser una de sus esposas. Luego ella dio a luz un hijo. Pero el Señor estaba disgustado con lo que David habÃa hecho.