Mientras tanto, el hambre se hizo tan intensa que se acabó todo el alimento, y la gente por toda la tierra de Egipto y la de Canaán se morÃa de hambre.
Y en cuanto a los habitantes, los hizo esclavos a todos, desde un extremo de Egipto hasta el otro.
Las únicas tierras que no compró fueron las que pertenecÃan a los sacerdotes. Ellos recibÃan una ración de alimentos directamente del faraón, por lo cual no tuvieron que vender sus tierras.