Isaac se dio vuelta y le dijo a Abraham:—¿Padre?—SÃ, hijo mÃo —contestó Abraham.—Tenemos el fuego y la leña —dijo el muchacho—, ¿pero dónde está el cordero para la ofrenda quemada?
—Dios proveerá un cordero para la ofrenda quemada, hijo mÃo —contestó Abraham.Asà que ambos siguieron caminando juntos.
Cuando llegaron al lugar indicado por Dios, Abraham construyó un altar y colocó la leña encima. Luego ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar, encima de la leña.
Y Abraham tomó el cuchillo para matar a su hijo en sacrificio.
En ese momento, el ángel del Señor lo llamó desde el cielo:—¡Abraham! ¡Abraham!—Sà —respondió Abraham—, ¡aquà estoy!
Entonces Abraham levantó los ojos y vio un carnero que estaba enredado por los cuernos en un matorral. Asà que tomó el carnero y lo sacrificó como ofrenda quemada en lugar de su hijo.
Abraham llamó a aquel lugar Yahveh-jireh (que significa «el Señor proveerá»). Hasta el dÃa de hoy, la gente todavÃa usa ese nombre como proverbio: «En el monte del Señor será provisto».
Luego el ángel del Señor volvió a llamar a Abraham desde el cielo.
—El Señor dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que