But now thus saith the LORD that created thee, O Jacob, and he that formed thee, O Israel, Fear not: for I have redeemed thee, I have called thee by thy name; thou art mine.
Samuel ya habÃa muerto, y todo Israel habÃa lamentado su partida. Lo habÃan sepultado en su ciudad, en Ramá. Y Saúl habÃa quitado del paÃs a los que evocaban a los muertos y a los adivinos.
Los filisteos se reunieron, vinieron y acamparon en Sunem. Saúl reunió a todo Israel, y ellos acamparon en Gilboa.
Al ver Saúl el campamento de los filisteos, se atemorizó, y su corazón se estremeció en gran manera.
Entonces Saúl consultó a Jehovah, pero Jehovah no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por los profetas.
Entonces Saúl dijo a sus servidores: --Buscadme una mujer que sepa evocar a los muertos, para que yo vaya a ella y consulte por medio de ella. Sus servidores le respondieron: --He aquà que en Endor hay una mujer que sabe evocar a los muertos.
Entonces Saúl cayó en tierra, tan largo como era, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel. No le quedaban fuerzas, pues no habÃa comido nada en todo el dÃa ni en toda la noche.
Luego la mujer vino a Saúl; y al verle tan aterrorizado, le dijo: --He aquà que tu sierva ha obedecido tu voz. He arriesgado mi vida y he escuchado las palabras que me has hablado.